Maquis






Para poder describir el fenómeno del maquis en la zona de Villarluengo, y lo que este significó para los habitantes del lugar, debemos, en un principio, explicar la formación de este movimiento, así como la situación existente de la zona y de sus habitantes en el periodo en que este fenómeno acaece. Así pues, el maquis es, según la definición de la enciclopedia de Aragón, un término de origen italiano con que se designó en Francia al movimiento guerrillero de oposición a los ocupantes (II Guerra Mundial), y aplicado más tarde en España a las partidas que tras la Guerra Civil prolongaron la lucha democrática y republicana contra el franquismo. Estas partidas guerrilleras estaban conformadas campesinos que huían al monte desesperadamente de sus pueblos natales ya que, por haber defendido a la república, sentían inseguridad en ellos. A dicha inseguridad se le unía que algunos de estos campesinos eran personas que, aunque derrotadas, no estaban dispuestos a bajar la cabeza por sus ideales que ellos no creían erróneos. Además de las gentes oriundas del lugar, las partidas de maquis también estaban formadas por hombres provenientes de Francia que, tras haber luchado contra el nacismo, volvían a España con el único objetivo de provocar el levantamiento generalizado del país contra el régimen de Franco.


De esta forma, surgió el movimiento del maquis en distintos puntos de España, pero fue en la zona de Levante y Aragón en la que más tiempo resistió y estuvo mejor organizado. Esto fue debido a diversas causas de tipo sociológicas, políticas...pero sobre todo geográficas ya que fue la vía de penetración del maquis en el país al estar cercano a la frontera francesa, y lo escarpado de sus montes provocaba un mejor movimiento de las guerrillas. Además de esto, dicha región disponía de un par de entradas y salidas por vía marítima. El movimiento del maquis en Aragón surge en 1944, teniendo su mayor auge en los años 1946 y 1947 cuando se produce la coordinación de las distintas partidas guerrilleras. Y es que fue en esta época cuando se forman núcleos estables como el A.G.L.A. (Agrupación de Guerrilleros de Levante y Aragón), grupo constituido en Abril de 1946. Es en 1949 cuando se produce la decadencia del movimiento del maquis, aunque para esta época aún existen numerosas partidas en Aragón, llegando incluso a 1961 a tener constancia de la supervivencia de algún guerrillero pese a que el A.G.L.A. tan sólo funcionó hasta 1952.


Toda esta teoría del maquis, la trasladamos ahora a un pueblo que tiene en su término más de 90 masías, Villarluengo. Dichas masías eran núcleos familiares aislados por el relieve escarpado cuyos miembros constituían un estrato social diferente en el Maestrazgo, ya que al estar distanciados de los núcleos rurales, a veces pasaban varios días tan solo en compañía de su familia y de los pastores que a veces estaban empleados en ellas. Debido a este carácter distinto, fueron claves para el desarrollo de la lucha maqui, tanto para ayudarles como para denunciarles y consecuentemente, las fuerzas represoras franquistas actuaron de modo más intenso sobre estas unidades familiares.


Como en el medio rural las redes de parentesco son lo primero ( y más en estas masías en las que, como se ha indicado, a veces sólo se tenía relación entre los miembros de la misma familia), por encima de la política, lo que ocurría era que en el caso de tener a algún familiar maqui, madre, hermanos, cuñados y demás parentela de los huidos al monte, se verían implicados en una lucha de carácter político al intentar ayudar a los suyos. Y fue una lucha esta del maquis, en la que los principales que salieron perdiendo fueron los que estaban en medio. Esto es, por un lado, si los maquis llegaban a las masadas o a casas del pueblo y pedían, por ejemplo, alimentos, si no se los daban, podía ser que cayeran bajo las armas de los maquis y si se los daban caían en las armas de la guardia civil. Por lo que era una continua tensión y miedo.


Con la llegada del franquismo, la vida de los masoveros no cambió a mejor, sino que por el contrario, se encontrarían en una encrucijada de signo político.


Tanto la iglesia, como el alcalde, Guardia Civil y oligarquías caciquiles, eran los que controlaban a la población bajo el espectro franquista, e inspiraban un miedo. Y es que no se podía acceder a ningún cargo público sin ser miembro de la falange y no solo alcalde o concejales, sino también en el ámbito del la educación, en la cual, las maestras, para enseñar a las niñas y los maestros para los niños, debían inscribirse en la sección femenina o en la falange respectivamente para poder ejercer su cargo y en todos los casos venían de afuera, de otras comunidades.


Desde 1944 se conoce la existencia del maquis en Aragón, pero realmente su momento álgido del AGLA fueron los años 1946 y 1947, extendiendo su influencia por los alrededores, en el momento de decadencia de los maquis, en torno a 1949, esta organización sigue funcionando hasta 1952, año en que se obliga su evacuación.


En total, en los términos de Villarluengo, al acabar la Guerra Civil y durante los años siguientes, 30 familias sufrieron la pérdida de, al menos, una persona de su familia y las rencillas, actualmente, aunque más apaciguadas, aún siguen vivas en algunos corazones. Por ello, toda la información que aquí se ha descrito, no intenta que dicho dolor surja de nuevo, sino todo lo contrario. Pero todos tenemos que reconocer que el Maestrazgo es zona, donde el silencio habla.



Texto escrito por: Carolina Sanchez Oliver