Las Fábricas
A unos 7 Km de Villarluengo se encuentra una zona conocida por 'Las Fábricas', que debe su nombre a que en este lugar, en el siglo XVII, se levantó una fábrica de papel para lo que se aprovechó la fuerza de las aguas del río Guadalope. Fue en el año 1789 cuando la familia de los Temprado de Villarluengo, en sociedad con industriales franceses instaló lo que fue la primera fábrica de papel que existió en Aragón y así también de papel continuo de España. En la cual se fabricaron papel continuo, sobres, rayados y papel moneda. Estas fábricas merecen especial atención ya que al menos durante 150 años fueron el motor de los tres pueblos más cercanos: Montoro de Mezquita, Villarluengo y Pitarque.
Para dirigentes y jornaleros se edificaron viviendas para unos 200. Desde el río Pitarque se trajo un canal de 5 m de ancho para que el agua empujara con fuerza las amplias palas de la rueda, dando las revoluciones necesarias para las máquinas. Se producía abundante y buen papel que transportaban borricos, que si son lentos, son de paso seguro. A la vuelta cargaban trapos por los pueblos que se utilizaban para fabricar papel de trapo. Al tiempo, la fábrica pasó por completo a poder de los técnicos y capitales franceses, subsistió unos 100 años y surtía al mismo Madrid (Ministerio de Hacienda con Papel de Estado y Papel Moneda).
Por causas que se desconocen la fábrica de papel fue a parar a manos de la familia Bonet de Villarluengo que la convirtió en una fábrica de textil, montaron 24 telares y una producción de fajas (bandas, que antiguamente se ponían rodeando las caderas), con el tendido eléctrico, el primero que hubo en la provincia tras el de la capital, Teruel.
Sobre el año 1870 venden la fábrica a la familia Artola de Villarluengo, los nuevos propietarios adquieren nueva maquinaria llegando hasta 46 telares, utilizando lana de las abundantes ovejas de la comarca, lo que produjo la ampliación de las instalaciones creando dos nuevas fábricas, la producción llega hasta Túnez, Egipto y Turquía. Para lavar la lana se instalaron los modernos lavaderos de Casa Turú de Sabadell, que supusieron para aquellos tiempos una fortuna.
Con nuevas instalaciones nacieron las fábricas de Arriba y Abajo, llamándose la antigua, la de Enmedio. Para los de fuera, se usó un dormitorio de 90 camas y las obreras de cocina y limpieza tampoco salían más que en el fin de semana. Para los residentes se erigió una Capilla en honor de Sta. Lucía y Virgen del Rosario, donde celebraba un sacerdote de Villarluengo y alguna dueña rezaba el Rosario. Como también una escuela mixta de la Empresa, luego nacional, para unos 50 niños. Al caer en desuso las fajas, se empezó a trabajar en lona para costales o talegas, alforjas y finalmente en tejidos e hilos, requiriendo de una nueva renovación de la maquinaria
Al estallar la guerra civil española las instalaciones quedaron en zona republicana y su producción fue destinada a suministros para el ejército, como chilabas y gorros rojos para los legionarios.
Nuevamente la familia Artola adquirió la empresa y la convirtió en Sociedad Anónima. Por aquel entonces llegaron los maquis atracando y atemorizando a toda la zona. Llegando a robar en esta misma fábrica unas 50.000 Ptas. destinadas al pago del personal y fue entonces por el año 1958 cuando se cerraron las fábricas.
Hoy en día en la fábrica de 'Arriba' se construyó una piscifactoría, en la fábrica de 'Enmedio' se levantó con los mismos edificios un Hostal, llamado 'El Hostal de las Truchas', la fábrica de 'Abajo' está igual que cuando se cerró.