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A la espera de financiación para la reintroducción del quebrantahuesos

La reintroducción del quebrantahuesos en el Maestrazgo -tanto en el turolense como en el castellonense- continúa pendiente de que el Gobierno de Aragón y la Comunidad Valenciana lleguen a un acuerdo y garanticen una financiación suficiente con la que hacer que sea posible que la especie pueda volver a un territorio del que desapareció en el siglo XIX.

Hace apenas quince días, ambos ejecutivos mantuvieron un encuentro en el que se trasladaron las conclusiones de un estudio encargado por la Universitàt de Valencia que determinó que el Maestrazgo poseía valores idóneos elevados para un posible asentamiento de la especie. En concreto, el informe estimó que una superficie de unos 1.470 km2 era apta para la reincorporación de la especie e identificó tres áreas potencialmente adecuadas para iniciar el proyecto de reintroducción: las Zonas de Especial Protección para las Aves (las denominadas Zepas) del Alto Maestrazgo, las de las Hoces del río Guadalope y las de Tinença de Benifassà y Penyaglosa (Castellón). De igual forma, los resultados del estudio consolidaron al Maestrazgo como un territorio con disponibilidad suficiente de recursos tróficos e importantes poblaciones de otras especies carroñeras -como el buitre leonado o el alimoche- que también podrían favorecer el asentamiento y mantenimiento de la especie.
Para todo ello, lo único que hace falta en este momento es que las administraciones se pongan de acuerdo y autoricen financiación suficiente. «Los estudios de variables han determinado que sí sería un territorio apto para la especia. El Gobierno de Aragón está involucrado en el proyecto para reintroducir la especie en los Picos de Europa y falta un pronunciamiento sobre qué pasará en el Maestrazgo. Por eso, hasta que no haya una inversión determinada no se podrá dar forma al proyecto», explicó Juan Antonio Gil, miembro de la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos (FCQ), entidad colaboradora en el estudio elaborado por la universidad valenciana. Reconoció que lo principal es trabajar «socialmente, políticamente, administrativamente, técnicamente y financieramente» para que se puedan realizar inversiones para adaptar los recursos que actualmente están disponibles en el Maestrazgo a las necesidades de la especie.
Asimismo, y aunque aún es pronto para conocer si ambas administraciones decidirán impulsar un proyecto de tales características teniendo en cuenta su relevancia, Gil aseguró que la FCQ está abierta a llevar a cabo nuevos acuerdos para hacerse cargo y controlar la reintroducción de la especie en el territorio, un paso que conllevaría un plazo prolongado de tiempo. «Ahora mismo, sin el visto bueno definitivo, resulta difícil hablar de tiempo. Sin embargo, y teniendo en cuenta lo ocurrido en procesos similares desarrollados en otros territorios, estaríamos hablando de años puesto que no es algo fácil», explicó.