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Burillo: La ausencia de inversiones argumentaría la alta despoblación actual
La iniciativa Serranía Celtibérica, que analiza y denuncia el notable descenso de población en las comunidades de Aragón, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana y La Rioja, está preparando un nuevo estudio que demostraría cómo la falta de inversiones sería una de las principales causas que argumentarían la despoblación actual.
Así lo aseguró Francisco Burillo, catedrático de Prehistoria de la Universidad de Zaragoza y principal impulsor del proyecto, que el viernes presentó en Teruel las conclusiones de un estudio demográfico de los datos del último padrón. Revelaron que, a fecha de 1 de enero de 2015, el territorio de la Serranía Celtibérica contaba con 483.191 habitantes, es decir, una reducción de 7.367 personas respecto a datos del año anterior. Asimismo, el índice de mográfico se ha reducido a 7,63 personas por km cuadrado, menos de los ocho establecidos por la Unión Europea para definir las denominadas Regiones Escasamente Pobladas, un reconocimiento que solamente ha alcanzada Laponia.
La Comarca del Maestrazgo, con apenas 3.000 habitantes distribuidos en sus quince pueblos, es una de las más afectadas por la falta de infraestructuras de comunicación, lo que explicaría los altos niveles de despoblación que sufre en la actualidad, con apenas 5 habitantes por km cuadrado. «Estamos preparando documentación histórica sobre la relación entre las inversiones en infraestructuras y los niveles de despoblación actuales. Hay una relación directa entre ambos conceptos y, teniendo en cuenta que en el conjunto de la Serranía Celtibérica no se han hecho inversiones, esta podría ser la principal causa del problema actual de falta de población que sufrimos», detalló Burrillo.
En este sentido, explicó que la falta de inversiones en infraestructuras en la Serranía Celtibérica una «constante» desde la década de los años cuarenta y que, por ello, no se podrá hacer frente al problema de la despoblación si no se facilita la llegada de nuevos fondos. «No es que seamos un territorio montañoso o que haga mucho frío porque sólo hace falta que nos comparemos con Suiza o Moscú. El problema está en que no se ha planteado un desarrollo territorial y ahora es cuando más se está haciendo notar a nivel social», zanjó.