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Cuevas de Cañart compra el Convento de los Servitas al Obispado por 6.000?
El Ayuntamiento de Cuevas de Cañart ha comprado al Obispado de Teruel y Albarracín el Convento de los monjes Servitas, una edificación del siglo XVIII y, en el momento actual, en muy mal estado de conservación.
Fue el consistorio el que trasladó al Obispado su intención de hacerse con la construcción debido al elevado riesgo de derrumbe que presenta gran parte de la infraestructura y, tras alcanzar un acuerdo de compraventa, el Convento (y la explanada de delante) ha pasado a ser de titularidad municipal por 6.000 euros. «Fijamos un precio simbólico porque el Obispado era consciente del mal estado en el que se encontraba el Convento y realmente es necesario que nos deje intervenir porque está que se cae», dijo el primer edil, José Puch.
Tras haber pasado por el registro de la propiedad, la edificación ya es de titularidad pública y, ahora, la intención del ayuntamiento es la de solicitar fondos a las diferentes administraciones -Comarca del Maestrazgo, Diputación de Teruel, Gobierno de Aragón e, incluso, ayuda a Europa- para poder rehabilitar el espacio y convertirlo en un lugar que pueda ser utilizado por los vecinos. En este sentido, el alcalde aseguró que lo primero que hará será comunicar al ejecutivo, a través de Patrimonio, que el Convento ya es suyo y, una vez ahí, analizar qué hacer. «No se puede hablar de rehabilitación total porque eso supondría millones y millones de euros. Espero que el año que viene se pueda empezar por una de las paredes laterales que más afectada está e ir interviniendo poco a poco», detalló Puch. Por ello, en un primer momento se solicitará ayuda para aquellas actuaciones más urgentes y, a partir de ahí, se actuará en lo secundario, aunque todo dependerá del Gobierno de Aragón.
El motivo por el que el ayuntamiento se decidió a pedir al Obispado la compra del Convento fue el hecho de que esté situado muy próximo a la nueva zona deportiva municipal a la que a diario acuden los vecinos, incluidos los más pequeños. El pabellón, las piscinas y las pistas de pádel se encuentran a apenas unos metros de distancia de la edificación, lo que hizo también que los vecinos mostrasen su preocupación ante lo que podría pasar. «Es una zona de paso y el estado actual del Convento supone un riesgo para todos. Es un espacio muy emblemático y si se cayese el campanario perderíamos parte de nuestra vista», aseguró. Asimismo, el alcalde afirmó que el ayuntamiento dejará su uso a la asociación cultural del pueblo para la organización de actividades destinadas a los vecinos.