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El territorio urge el acondicionamiento de las vías que unen los municipios
Asfalto en malas condiciones, socavones, baches, falta de señalización,... Más allá de las reclamadas N-232 y A-68 son muchas las carreteras bajoaragonesas que se emplean como conexión entre municipios que por su estado también necesitan inversión. Se trata de vías transitadas principalmente por los vecinos del territorio, lo que provoca que, en ocasiones, no se incluyan entre las prioridades de las administraciones competentes.
Por ello, el Bajo Aragón Histórico acoge con esperanza los 34 millones de euros que el Gobierno de Aragón invertirá para la conservación de la red de carreteras de Aragón 2016-2018. DGA se centrará esta legislatura en la reparación de las vías dejando de lado los grandes proyectos como las autopistas autonómicas. La licitación ya se ha publicado en el Boletín de la Comunidad Europea. Como novedad, en la adjudicación se limita el número de lotes a los que puede acceder, nueve, y se valora la proximidad de las empresas. Es decir, que se primará a los contratistas del territorio en el que se realicen las obras. Concretamente, las labores se centrarán en trabajos necesarios para mantener la vialidad de las carreteras: limpieza de calzada y arcenes, cunetas, obras de drenaje y desprendimientos, la reposición de la señalización vertical, horizontal, y barreras de seguridad o la reparación de baches. En cuanto a la financiación, Teruel, con una longitud de red de 1.562 kilómetros, tiene consignados 9,2 millones. Para la provincia de Zaragoza se han presupuestado 11,8 millones (2.050 km) y para Huesca, 12,9 millones (2.042 km).
Sin reparaciones en casi un siglo
La zona más afectada por la falta de inversión en infraestructuras es el Maestrazgo, la única comarca del territorio por la que no transcurre ninguna carretera nacional. El mal estado de las comunicaciones agrava aún más el aislamiento del territorio. Un claro ejemplo de ello es la conexión del Maestrazgo con Teruel. La carretera que une Allepuz con la N-211 presenta un estado «lamentable» puesto que no se ha acondicionado ni se ha cambiado el firme desde que se construyó en los años 30. Se trata de 21,3 kilómetros que comienzan en Gúdar y pasan por Allepuz, Jorcas, Aguilar de Alfambra y Camarillas, hasta la citada nacional. «Tiene el mismo firme y el mismo trazado desde antes de la guerra, es ya una pieza de museo. Conducir a más de 60 kilómetros por hora es una temeridad», explica el alcalde de Allepuz, Ignacio Martínez, quien comienza a enumerar los problemas de la carretera: en algunos puntos el asfalto se ha levantado por lo que se conduce encima de gravilla, firme estrecho (en algunas zonas es de un solo carril), socavones, sin arcenes y curvas sin visibilidad, entre otros. El principal punto negro se encuentra en el tramo entre Allepuz a Gúdar, dónde la carretera autonómica pasa encima de un barranco sin quitamiedos, lo que agrava su peligrosidad. Pese a que se trata de una vieja reclamación de la zona, uno de los primeros cometidos de la nueva corporación fue reunirse con el consejero de Movilidad, José Luis Soro, para trasladarle el problema y solicitar a DGA una solución. En la última reunión que mantuvieron ambas administraciones, este verano en Gúdar, el consejero les trasladó su «voluntad política» de arreglar la vía durante esta legislatura. «Nos dijo que no tenían mucho dinero pero que buscarían partidas aunque para trabajar en la vía en varios años», puntualiza Martínez.
Otras vías del Maestrazgo que necesitan un «lavado de cara» por los problemas del firme, las curvas y que en los carriles apenas hay paso para dos coches, son las carreteras del Puerto Pelado hacia Ejulve (A-1702), La Iglesuela a Mosqueruela (A-1701) y de Villarroya a Aliaga (A-228). En Ladruñán o en Montoro de Mezquita no puede entrar un autobús.
La más perjudicada, Arens
Otras comarcas también ven el plan de DGA con buenos ojos. En el Matarraña, la peor parte se la lleva Arens de Lledó, con todas sus salidas en malas condiciones. Su presidente, Rafael Martí, destaca el mal estado de la vía que une el municipio con Lledó y con la carretera de Cretas, su salida natural al resto de la comarca. Otras vías que necesitan una reparación son la entrada a Fórnoles desde la N-232, la vía que conecta Fórnoles con La Portellada y La Fresneda, los 9 km de la carretera de Ráfales entre el cruce de La Portellada y la localidad y la conexión de Torre del Compte con el puente del río Matarraña (N-420). La otra cara de la moneda es el tramo que une Fuentespalda con Valderrobres (A-1414), un verdadero punto negro de tres kilómetros que en 2012 se cobró la vida de una menor y dejó herido grave a otro niño. Este año Fomento tomó nota de otra reivindicación histórica del Matarraña y aplicó un asfalto especial con mayor adherencia en la zona, en la que tan solo en 2014 se produjeron diez accidentes en tres kilómetros. Asimismo, en 2015 también han llegado buenas noticias para la carretera que une Mazaleón con Maella. Los seis kilómetros del Matarraña hasta el límite con la provincia de Zaragoza ya se arreglaron y ahora faltan los otros siete hasta la localidad del Bajo Aragón Caspe. A finales de octubre las Cortes aprobaron un Proposición no de Ley impulsada por el PP en la que instan al Gobierno de Aragón a materializar los trámites necesarios para intervenir en la A-1412.
Conectar Caspe con Cataluña
En cuanto al Bajo Aragón Caspe, la principal reclamación de los vecinos es su puerta de entrada con Zaragoza y Cataluña, la N-211 hacia el Bajo Cinca. Asimismo, el presidente comarcal, Francisco Domenech también pide que se mejore el asfalto de la A-1411 que vertebra la mitad de la comarca. La vía une Fabara con Nonaspe y es su conexión con Mequinenza. Otra de las vías en peores condiciones es la carretera que une Nonaspe con Batea, que necesita un acondicionamiento general después de numerosos «bacheados».
Desprendimientos hacia Ejulve
Por su parte, en Andorra-Sierra de Arcos preocupa la vía que une Alloza con Oliete (A-1402) en la zona de la Sima de San Pedro por los problemas del firme y la señalización; y el acceso a Ejulve desde la Venta la Pintada (A-1702), que sufre continuos desprendimientos. «Ya se solicitó una mejora porque siempre hay que conducir con cuidado, no solo caen rocas cuando llueve o nieva», apunta el presidente, Antonio Donoso. Otra vieja demanda del territorio es la adecuación de la pista minera que une Andorra y Ariño. Se trata de una vía que emplean todos los vecinos de la zona y que se encuentra repleta de baches y con el asfalto dañado por el continuo paso de camiones a las minas. Otra de las vías reivindicadas es la pista de acceso al Monasterio del Olivar de Estercuel, casi impracticable con numerosos desniveles y que no cuenta con los elementos básicos de seguridad.
Mejorar la conexión con Lécera
En el Bajo Martín, la Comarca ya solicitó una adecuación de todas las carreteras que unen sus municipios. Especialmente, su presidente, Antonio del Río, reivindica la A-223 que conecta Albalate del Arzobispo con Lécera, una vía que registra más de 2.000 vehículos cada día. «Ya contaba con presupuesto en la anterior legislatura para adecuarla. Sin embargo, ahora no tenemos ninguna noticia de estas obras», comenta preocupado. No obstante, la carretera en peor estado es la A-1307, que une Vinaceite con Belchite (TE-V-1703). «Reconozco que es poco transitada pero igualmente es necesario que DGA acometa una reparación importante. La calzada se encuentra en mal estado, con muchos baches y es muy estrecha», puntualiza.
Vía «tercermundista» a La Cañada
Por último, en el Bajo Aragón la reparación más «urgente» es el tramo de la A-1409 que conecta Torrevelilla con La Cañada de Verich. «Su estado es tercermundista, parece del siglo pasado», opina el presidente de la Comarca, Manuel Ponz. En la pasada legislatura, la institución comarcal realizó alegaciones al Plan de Carreteras para que se arreglara el firme o ensancharan cuatro vías autonómicas debido a su «falta de seguridad vial, que poner en peligro a las personas»: la A-1407 de Calanda a la Central Térmica de Andorra, A-1410 de Castelserás a Torrecilla, la A-2405 de Alcañiz a Calanda, conocida como la del Puente de la Alberca, y la citada A-1409 de Torrevelilla a Aguaviva.