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El sindicato taurino indigna a los alcaldes

El sindicato taurino de Aragón ha denunciado a varios ayuntamientos por incumplir el convenio que exige pagar 500 euros por sesión a los directores de lidia. DGA y FAMPC median para de preservar los festejos populares en el medio rural.


Enviada por: Lucía - Fecha: 01-11-2014 12:04:36

Lejos de crear un frente común para defender los festejos taurinos en los pueblos aragoneses, el sector se ha segregado en torno a la figura del director de lidia, profesional acreditado por el Ministerio de Cultura (antaño, por el de Interior) que se encarga de controlar el acceso a los recintos de personas que no están en plenas facultades y de participar activamente, con su capote, en situaciones de peligro que puedan surgir a lo largo de la celebración de un festejo taurino menor. Según la normativa de la Comunidad Autónoma, en cada sesión debe estar presente un director de lidia y dos ayudantes, una condición que se cumple, al menos administrativamente, en todos los festejos.


La polémica parte de una serie de denuncias del Sindicato Asociación Taurina Aragonesa (ATA) a la Inspección de Trabajo contra varios ayuntamientos de la Comunidad Autónoma, entre ellos algunos bajoaragoneses (Villarroya de los Pinares, Mas de las Matas, Cretas, Castellote, Calanda y Cantavieja), por incumplir los honorarios que, según recoge el convenio de profesionales taurinos, se debería pagar a los directores de lidia. La tasa que exige el convenio y que defiende el sindicato asciende a 350 euros, más 140 de cotización a la Seguridad Social por sesión; una cifra total de casi 500 euros «inasumible» para pequeñas localidades que pueden llegar a celebrar hasta 34 festejos al año, como ocurre en Cantavieja donde el precio de los festejos se incrementaría hasta en 16.600 al año. «No obstante, estaríamos dispuestos a negociar o hacer paquetes para que a los municipios les resulte más económico», explica el abogado del sindicato, José María Lumbreras. El letrado lamenta que los asociados a la ATA no puedan trabajar porque otros directores rebajan sus honorarios ejerciendo una «competencia desleal».


En ese sentido, alcaldes, aficionados, empresarios taurinos y ganaderos argumentan que, de no ser así, los festejos taurinos no tendrían futuro en los pueblos pequeños, especialmente castigados por la crisis económica. Sólo la documentación que requiere la celebración de una sesión de vaquillas (director de lidia, médico, ambulancia, seguros, arquitecto y veterinario) conlleva un coste de alrededor de 1.800 euros. Además, hay que sumar el coste de los animales. Resulta significativo que en el Bajo Aragón Histórico prácticamente todos los directores de lidia que se contratan proceden de otras comunidades autónomas.



¿Necesidad o negocio?
Así las cosas, las aspiraciones de la ATA han conseguido que se ponga en tela de juicio la figura del director de lidia, que en otras regiones punteras en festejos taurinos como la Comunidad Valenciana no es obligatoria. «Si fuera tan importante se habría impuesto en toda España», dice un sector de los aficionados.


En esta línea se ha manifestado la empresa Tauroemoción, que gestiona la plaza de toros de Alcañiz. Alberto García, el empresario, subraya que se ha elaborado incluso un informe en el que se defiende que la labor del director podría suplirse con un grupo de voluntarios. En el estudio se vuelve a hacer referencia a la Comunidad Valenciana, donde necesitan para la celebración de cada festejo cinco colaboradores sin ánimo de lucro, escogidos por los ayuntamientos, comisiones o empresas, que van identificados con un brazalete. Se trata de «gente con experiencia en los festejos taurinos populares y con capacidad física para atender y socorrer en caso de percance». El informe va más allá y determina: «En un gran porcentaje, quienes ejercen la labor de director de lidia son profesionales retirados de su profesión y se puede demostrar que muchos de los que ejercen en Aragón no superarían una prueba física de nivel medio».


De la misma opinión son los aficionados y ganaderos. «Para los pueblos pequeños es una barbaridad. Si sólo el director de lidia cobra 500 euros, ¿qué tendrían que cobrar los ganaderos, que llevan tres trabajadores un camión, animales...?», reflexiona el albalatino José Marcuello, de la Ganadería Los Maños. Parte de la crítica se centra en este punto ya que para muchos esta figura está encarnada por una persona que «hace el agosto y el negocio en verano y se queda en casa el resto del año sin que el dinero revierta en la profesión».


La ATA también ha cargado contra ocho directores de lidia por considerar que consiguieron su carné con pruebas falsas, pese a que las acreditaciones son «totalmente legales» administrativamente. En ese sentido, se refieren a un turolense que, por otra parte, es un habitual en los festejos y, con los años, se ha convertido en una de las figuras taurinas más reconocidas por los aficionados por su profesionalidad, valentía, templanza y buen hacer.


Para ser director de lidia hay que haber sido previamente banderillero de toros, novillero con picadores o matador. Para conseguir el carné habría que acreditar que se ha participado en al menos diez novilladas sin picadores. «Es de sobras sabido en el sector que hay personas que falsificaron carteles para obtener los carnés», relata Lumbreras. En Aragón hay unos 50 acreditados.



La DGA media en el conflicto
La Comunidad Valenciana ha celebrado entre enero y septiembre 7.052 festejos populares, casi la mitad en Castellón, provincia limítrofe con Teruel, territorio que ha acogido 395. «Con el dinero ahorrado se harían más», considera un aficionado del Bajo Aragón.


La DGA medió hace unas semanas entre la ATA y la Federación Aragonesa de Municipios, Comarcas y Provincias (FAMCP). «Defenderemos a los ayuntamientos porque ninguno ha cometido de forma consciente ninguna ilegalidad de las que habla la ATA, a la que hemos solicitado que presente pruebas», dijo el vicepresidente de la FAMCP y Delegado de Asuntos Taurinos de la DGA, Jesús Pérez. Aunque reconocen que ha habido acercamiento y que el sindicato está dispuesto a retirar las denuncias, en 15 días volverán a sentarse ambas partes.



«Están tirando piedras a su tejado»
Uno de los municipios bajoaragoneses más preocupados por el conflicto sobre las excesivas tasas que exige el sindicato taurino es Cantavieja, donde sólo en lo que va de año se han toreado 275 animales en 34 sesiones. «Tenemos más experiencia en documentación taurina que en licencia de obras», subraya el primer edil, Ricardo Altabás (ver Tribuna en la página 6), quien reprocha a la ATA que se siente a negociar con los ayuntamientos después de haber presentado varias denuncias. En el Maestrazgo turolense los festejos populares son el «alma» de toda fiesta que se precie y, hasta en los pueblos más pequeños, como Cañada de Benatanduz, los alcaldes y comisiones hacen verdaderos esfuerzos económicos y casi «sobrehumanos» para no perder la tradición taurina.


«En Mirambel celebramos hasta seis sesiones en un mismo día. Sería inasumible totalmente tener que pagar esas barbaridades a los directores de lidia», detalla el alcalde de la localidad, Javier Ferrer, que lamenta que aquellos que deberían defender la fiesta de los toros, «se la van a cargar». «Están tirando piedras a su propio tejado», destaca.


El Matarraña también es otra comarca con afición taurina y casi en todas las localidades se celebran espectáculos relacionados. En Cretas, se contratan festejos seis días al año. «Al final no hará falta que la ley nos prohíba los festejos como en Cataluña. Tendremos que dejarlos nosotros porque no podremos hacer frente a los gastos que conllevan», manifiesta el regidor, Fernando Camps. En los tres casos, los alcaldes contratan a directores de lidia de otras Comunidades Autónomas. «Soy embolador y, desde los 15 años, estoy metido en el mundo del toro. Con esto de los directores de lidia ha habido mucho impresentable. Los que más piden después son quienes se van ofreciendo por ahí a más bajos precios», critica con dureza el alcalde de Mirambel. Camps, por su parte, recuerda como hubo unos años en los que el director de lidia que iba a Cretas era un hombre «entrado en años» que firmaba y se marchaba al bar durante las sesiones.


Por otra parte, Lledó recuperó hace unos años los festejos populares ante la petición generalizada de los vecinos. «Nosotros estamos muy contentos con nuestro director de lidia -en este caso, de Teruel-. Hacemos un gran esfuerzo económico y, por el momento, podemos mantener las vaquillas y el toro embolado. Si subieran mucho los precios, tendríamos que estudiarlo», comenta la primer edil, María José Vallés.


Pese a las críticas, todos los alcaldes aseguran que cuando un buen director de lidia hace bien su trabajo, se nota muchísimo en el festejo. «Nosotros probablemente lo mantendríamos pero creemos que debería ser opcional», concluye Altabás.



Dinamizar los municipios
Las fiestas patronales de los pueblos bajoaragoneses son fundamentales para dinamizar la economía local. Los alcaldes insisten en que no dejarán de defender que los espectáculos taurinos, tradicionales desde hace siglos en muchas zonas del territorio, llenan casas rurales, barras de bar, tiendas y casas cerradas durante todo el año. «Son 15 días de alegría al año que también dan vida al sector», concluye el edil de Ferias de Cantavieja, Carlos Gascón.