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El Gobierno de Aragón estima que solo hay que reforestar el 10% del monte quemado en el incendio Aliaga-Ejulve

Tan solo será necesario acometer trabajos de repoblación en aproximadamente 730 de las 7.200 hectáreas de monte calcinadas en julio de 2009 en el incendio de Ejulve-Aliaga.


Enviada por: Luca - Fecha: 02-09-2014 17:44:50

Tan solo será necesario acometer trabajos de repoblación en aproximadamente 730 de las 7.200 hectáreas de monte calcinadas en julio de 2009 en el incendio de Ejulve-Aliaga. Son las estimaciones de la Dirección General de Gestión Forestal del Gobierno de Aragón, que contrastan con el ambicioso plan anunciado hace cinco años, valorado en 52,7 millones de euros, para la restauración forestal y medioambiental de la decena de grandes incendios que se produjeron en Aragón ese verano.

En las primeras jornadas "Nuestros montes no se olvidan" organizadas esta semana en Ejulve por la Asociación Carrasca Rock, técnicos del Gobierno de Aragón reconocieron que las cifras que se avanzaron entonces para reparar los costes de las restauraciones fueron exageradas porque no había disponibilidad presupuestaria para ello.

El Departamento de Medio Ambiente programó un conjunto de actuaciones prioritarias a desarrollar en el periodo 2009-2017 por valor de 39 millones de euros que iban a contar con financiación del Gobierno de Aragón y del Gobierno central, a través de los Ministerios de Medio Ambiente y de Defensa, y cuyos trabajos principales consistirían en la extracción de madera quemada y el fomento de la regeneración natural en montes de utilidad pública. En una segunda fase 2012-2017 se preveía una inversión de unos 13 millones de euros. Los trabajos previstos en estos primeros años iban a dar continuidad a las actuaciones del plan de choque puesto en marcha en agosto de 2009 de manera inmediata tras los incendios, y en el que ya se invirtieron 2,8 millones de euros.

Sin embargo, la realidad es que la cantidad total invertida en la primera fase del operativo para subsanar los daños del incendio Aliaga-Ejulve fueron 5,4 millones de euros, encaminados a "retirar toda la madera y hacer todo el trabajo que se consideró necesario para defender el suelo de la erosión", explicó el jefe del Servicio de Restauración Hidrológico-Forestal del Ejecutivo autonómico, Álvaro Hernández.

El técnico estimó en 2,5 millones de euros el dinero necesario para acabar de replantar 730 hectáreas de monte afectado en el incendio de Ejulve-Aliaga. Es la superficie a reforestar evaluada por los expertos una vez terminadas las labores de retirada de madera quemada. "Sería un 10%, correspondiente a zonas que estaban pobladas por pino negral y pino albar antes del incendio", destacó.

De estas 730 hectáreas, "entre 2010 y 2011 se repoblaron 17 en Aliaga y 65 en Ejulve", detalló Hernández, quien explicó que las actuaciones previstas en Aliaga por valor de 175.000 euros procedentes del Fondo de Inversiones de Teruel (Fite) servirán para repoblar "del orden de otras 60 hectáreas -no 150 como apuntó el Gobierno de Aragón en una nota hace cinco días-, con lo cual estaríamos en unas 150 en total" desde el inicio de los trabajos.

En dicha nota, el director general de Gestión Forestal, Roque Vicente, indicaba que "se comenzó a trabajar en las labores de restauración" de este incendio "al día siguiente de darlo por extinguido".

Los primeros trabajos se ejecutaron a mitad de agosto de 2009 y comenzaron con la corta de la vegetación quemada en las orillas de los caminos y carreteras principales; luego continuaron las actuaciones en los montes de gestión pública con la retirada y eliminación de la madera quemada, así como la creación de fajinas. En febrero de 2011 terminaron estas labores.

Por otra parte, en los montes particulares afectados por el incendio de 2009 se aprobaron once expedientes de subvención con una inversión de 216.500 euros para actuar en 116,8 hectáreas.

Uche: "Ni mucho, ni poco"

El alcalde de Aliaga, Sergio Uche, se mostró moderadamente satisfecho de las actuaciones que se han llevado a cabo hasta la fecha. "Las repoblaciones que se han hecho en La Cañadilla han tenido un éxito del 80%, que está muy bien; a mí me habría gustado que se hubiera repoblado mucho más, pero también se ha quitado madera y realizado tratamiento de plagas", explicó.

"Invertir 5,4 millones en este incendio no es ni poco ni mucho; me gustaría que fuera más, pero entiendo también la situación económica que hay", comentó el regidor, quien comprende que "el tiempo de la regeneración natural ya ha pasado y ahora hay que luchar por la repoblación".

En este sentido, saludó la ayuda del Fite para restaurar arbolado, aunque se mostró escéptico en cuanto al anuncio que hizo el Gobierno de Aragón de la firma de un convenio por valor de un millón de euros con la Fundación Ecodes -que recibiría el dinero de Aquabona, la embotelladora de agua de Coca-cola en Cañizar del Olivar- para iniciar labores de reforestación, mejora de pastos, tratamientos selvícolas y mejora de accesos destinados a los municipios de la Comarca Cuencas Mineras afectados por el incendio. "Viene gente al Ayuntamiento a pedirme trabajo y yo les digo la verdad: que no sé nada de este convenio y que me enteré por la prensa", sentenció.

Salvador: "Vendieron humo"

Con los datos en la mano, el teniente de alcalde en el Ayuntamiento de Ejulve, José Manuel Salvador, estimó que "ciertamente desde el Departamento de Medio Ambiente mintieron y vendieron humo porque en el momento en que anunciaron el plan sabían que no iba a haber dinero suficiente para llevarlo a cabo". También se quejó Salvador, hasta 2011 alcalde del municipio, de encontrarse "un muro" cada vez que lanzaba una "algún tipo de propuesta; no había interés por responder", lamentó.

Ahora el consistorio espera contar, al menos, con el apoyo y el asesoramiento del Gobierno de Aragón en todas aquellas actuaciones forestales que promueva, como la siembra de semillas de pino silvestre y laricio en las crestas del monte Majalinos que logró con la ayuda del programa estatal El árbol es vida. "Ahí podemos encontrar las recomendaciones del Gobierno de Aragón para no equivocarnos; si queremos una reforestación efectiva, tenemos que cambiar las especies y tender a un monte más mediterráneo de carrasca y roble".

En este sentido, Hernández dio el visto bueno a las iniciativas que puedan surgir desde el territorio, aconsejando restauraciones "menos densas", de "un tercio" de lo que se venía plantando hace varias décadas y con especies "que sean lo suficientemente resistentes a los incendios". También hay que tener en cuenta el fenómeno del cambio climático, por lo que "hay que disminuir la proporción de pino albar y negral e intentar implantar ecosistemas con presencia de encina, quejigo, pino carrasco, enebros, sabinas y otro tipo de árboles en menor número, como azarollos o majuelos".

Todo ello, según el experto, debe ir unido a "tratamientos selvícolas y sistemas de prevención que eviten que lleguemos a incendios tan grandes", así como a una apuesta por la "variedad de especies que rebroten y germinen bien tras el fuego", ya que "la presencia del mismo es recurrente en esta zona; está ahí y va a seguir estándolo".

El "boom" de la biomasa llegó tarde para el aprovechamiento

"Tuvimos muy mala suerte porque en el momento del incendio entrábamos en picado en la crisis y las palabras se quedaron en palabras", lamentó el teniente de alcalde de Ejulve, José Manuel Salvador, en referencia a la reducción de las previsiones de regeneración de bosques del Gobierno de Aragón.

Además, en aquel momento "la madera tenía valor nulo, mientras que ahora con este boom de la biomasa hubiese habido muchísimo más interés y más actuación privada", señaló el edil en referencia a los aprovechamientos madereros que sacó el Ayuntamiento de Ejulve. "Ahora la madera está como si fuera corcho, semipodrida; no tiene valor para calefacción", indicó, por lo que "no es aprovechable de ninguna manera después de los dos o tres primeros años tras el incendio".

La empresa que trabajó en Ejulve se llevó los mejores troncos y dejó lo peor en el suelo sin limpiar. Sin embargo, esto para el jefe del Servicio de Restauración Hidrológico-Forestal del Gobierno de Aragón, Álvaro Hernández, no es una catástrofe porque "es malo llevárselo todo; el incendio supone una degradación del suelo muy fuerte".