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Un lustro de duelo y memoria por los incendios de 2009

A las comarcas bajoaragonesas no les resultan ajenos el duelo ni el temor vivido estos días en Alcañiz. Precisamente hoy se cumplen cinco años de uno de los peores incendios forestales de la historia de Teruel y del territorio bajoaragonés. El 22 de julio de 2009 y a raíz de una fuerte tormenta de rayos que descargó entre las comarcas de Cuencas Mineras, Andorra Sierra de Arcos, el Bajo Aragón y el Matarraña, cientos de vecinos vieron cómo miles de hectáreas se calcinaban ante sus atónitas miradas sin que ellos pudieran hacer nada.


Enviada por: Lucía - Fecha: 30-07-2014 12:05:53

La intervención de los equipos de extinción poco pudo hacer ante unos incendios que se valieron de las altas temperaturas y de las secas rachas de viento para arrasar con la riqueza forestal de los bosques de Aliaga, Alloza, Ejulve, Alcorisa, Los Olmos, Valdeltormo y Mazaleón. En total, en todos los municipios se quemaron 8.000 hectáreas de bosque, de las que 6.200 pertenecen al Bajo Aragón Histórico. El resto eran del término municipal de Aliaga, en Cuencas Mineras.

Emblema de aquel devastador episodio es el monte Majalinos de Ejulve, que quedó completamente arrasado y aún luce huérfano de vegetación por la herencia de los virulentos incendios. La angustia se prolongó durante seis días en los que los bajoaragoneses vivieron un auténtico infierno. El verano de 2009 sirvió no solo para llamar la atención sobre el rico patrimonio natural turolense, que resultó tan frágil como indispensable para los vecinos, sino que también movió conciencias en pro de la defensa de los montes. Cabe recordar que la evolución de los incendios captó la atención de todo el país y que decenas de medios de comunicación nacionales se desplazaron al territorio.

Prueba del impacto que generó aquel incendio son las actuaciones y los movimientos vecinales que en los últimos cinco años han querido tener siempre presente la cruel realidad que se vivió en julio de 2009. Ejulve gestó la plataforma «Nuestros montes no se olvidan» y organiza cada año el festival Carrasca Rock en homenaje al enorme destrozo provocado entonces. El festival, que se celebrará este fin de semana, ya existía previo a los incendios pero a raíz del suceso se asoció a la defensa del patrimonio natural. Por su parte, instituciones como la Asociación para el Desarrollo del Maestrazgo, el Ayuntamiento de Ejulve o la Comarca del Matarraña llevan años impulsando proyectos para prevenir cualquier tipo de catástrofe similar. Cinco años después de la tragedia, el territorio bajoaragonés aún suspira por el duelo de contemplar miles de hectáreas arrasadas de forma casi irreversible.

La de 2009 fue una dura lección para muchos territorios en materia de incendios. Al igual que los fuegos de Teruel concienciaron sobre la necesidad de mejorar las políticas de gestión de los montes, el incendio de Horta de Sant Joan (Tarragona), que se produjo en la mismas fechas, instó a las administraciones públicas a revisar sus planes de emergencias para obtener una mayor eficacia en la coordinación. Cabe recordar que en los incendios de Horta de Sant Joan fallecieron cinco bomberos que quedaron atrapados en las llamas.

Nuevas iniciativas de gestión forestal
La despoblación del medio rural en las últimas décadas ha sido determinante para forzar el abandono de los espacios naturales. Cada vez hay más parcelas agrícolas y zonas de pasto abandonados y los incendios forestales apenas hallan obstáculos cortafuegos que detengan su alcance.

A través de iniciativas como ‘El árbol es vida’ y herramientas como la Custodia del Territorio, la Asociación para el Desarrollo del Maestrazgo (Adema) impulsó una replantación en Majalinos que contó con la colaboración del Ayuntamiento de Ejulve. Varios peones trabajaron durante una semana en la repoblación de 25 hectáreas de pino laricio y silvestre, variedades más resistentes a los grandes fuegos que el pinar que existía antes de los incendios. «El bosque mediterráneo ha convivido siempre con el fuego pero hay que impulsar actuaciones para minimizar el impacto de futuros sucesos», explicó ayer el ex alcalde de Ejulve, José Manuel Salvador.

También desde la Comarca del Matarraña buscan evitar de nuevo sucesos como este o como el incendio que en 2012 arrasó más de un centenar de hectáreas junto al río Tastavins en Valderrobres. Desde hace dos años, la institución comarcal ha puesto en marcha el Banco de Tierras, un programa de recuperación de fincas particulares para ser utilizadas como pastos en zonas estratégicas para la lucha contra incendios.