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Las obras de la A-226 a su paso por Mirambel finalizarán en 2016

Con alegría y sorpresa. Así recibieron los ayuntamientos de Mirambel y Cantavieja el anuncio de licitación de las obras de la carretera autonómica A-226 de Teruel a Calanda por Cantavieja por un importe de 7,4 millones de euros. Tras años reivindicando una remodelación de la calzada, está previsto que el proyecto esté acabado en torno al verano de 2016.


Enviada por: Luca - Fecha: 14-05-2014 00:40:02

Para cumplir el plazo, la idea que baraja el gobierno es tener las obras licitadas a finales de verano y que éstas den comienzo antes de finalizar el año. Dichas labores contemplan trabajos de acondicionamiento a lo largo de casi diez kilómetros entre Mirambel y el límite provincial con Castellón, un tramo que hasta el momento no había sido restaurado. En concreto, la actuación prevista contempla dos fases: la primera, del p.k. 95+200 al 99+200, dará comienzo en las cercanías de la Masía de Torre, atravesando barrancos como el del Toro Negro y el de Mas de los Arcos hasta la entrada en el núcleo urbano de Mirambel. La segunda fase, del 99+200 al 104+900, partirá de este municipio y finalizará al llegar al límite de la provincia de Castellón, en las proximidades del puente del río Tormos.

«En este tipo de obras, lo que se hace es una modificación del trazado en planta y en alzado en el que se arreglan las curvas, se mejora la velocidad de circulación y se crea una plataforma de 7 metros con la que dar forma a un eje de carretera», explicó Miguel Ángel Arminio, director General de Carreteras del Gobierno de Aragón. Se invertirán, por ello, unos 700.000 euros en cada kilómetro acondicionado, una cantidad que confirma «lo costosas que son este tipo de infraestructura, sobre todo, en casos como este en el hay que hacer, prácticamente, una carretera nueva», dijo Arminio.

Ricardo Monforte, alcalde de Mirambel, municipio por el que discurre el tramo de A-226 aun sin reformar, valoró de forma positiva el anuncio de la licitación de las obras aunque lamentó la tardanza de las mismas. «El estado actual de la calzada es lamentable. La carretera tiene 50 años y el firme no se ha cambiado en todo este tiempo. Las obras son totalmente necesarias», señaló.