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La Fundación de Albarracín recupera las pinturas de la ermita de Tronchón

La Fundación Santa María de Albarracín ha iniciado la restauración de las pinturas de la ermita del Tremedal, en Tronchón. Se trata de los murales que hay en la cúpula y se prevé que la rehabilitación beneficie también al resto del templo. Las pinturas, probablemente originales de la construcción del Tremedal, fueron cubiertas hace años y desde la Cofradía de la Ermita de la localidad buscaban recuperarlas.


Enviada por: Lucía - Fecha: 09-02-2014 01:22:56

Para ello, la Fundación Santa María ha conseguido 25.000 euros procedentes de la Dirección General de Patrimonio de la DGA, con los que se costearán parte de los trabajos. Si la partida no es suficiente, el resto del gasto correrá a cargo de la cofradía, 26.000 euros. Desde esta agrupación han recordado el esfuerzo que ha supuesto para el pequeño municipio recaudar tal cantidad.

A falta de su restauración completa ya se ha dado a conocer que las pinturas de la cúpula tienen un gran valor artístico. El director gerente de la Fundación, Antonio Jiménez, ha destacado que «esta decoración original es de calidad ya se representan las diferentes virtudes a tamaño natural». Lo más probable es que las pinturas se realizaran durante la construcción de la ermita, del siglo XVIII, y se cubrieran décadas después.

«La ermita se ha visto sometida a los cambios estéticos propios de los gustos de cada época y las pinturas quedaron enterradas», ha matizado Jiménez. Para volver a sacarlas a la luz, los restauradores deben repasar una a una con un bisturí que elimine los restos de las capas de la cubierta y repasar las pinturas. El proceso es minucioso y lento, por lo que se prevé que los trabajos se prolonguen hasta finales del próximo mes.

Puesta en valor del Tremedal
La idea de recuperar las pinturas originales surgió de la cofradía de la ermita. A raíz de unos trabajos en los arcos que sujetan la cúpula se vieron indicios de la existencia de los frescos. Tras varias catas en la cúpula se procedió a estudiar la forma de recuperar esta decoración original del templo.

Una vez se destape toda la policromía de los murales, se procederá a consolidar todo el conjunto para que quede uniforme. Los restauradores repasarán la pintura existente y añadirán los fragmentos que faltan. El objetivo es que para futuros trabajos queden claramente delimitadas las partes recuperadas de las pinturas y las que se han tenido que añadir en la restauración. Así se podrá distinguir la parte original de la que no lo es.

Con la rehabilitación de las pinturas la ermita recuperará el estilo propio del siglo XVIII, cuando fue construida. El director gerente de la Fundación Santa María de Albarracín ha recordado la singularidad del templo. «Solo la planta de la ermita ya vale la pena porque es de forma circular, con un atrio y un saliente, muy propio del periodo de su construcción», ha señalado Jiménez.

No es la primera actuación que la fundación que preside realiza intervenciones en municipios del Bajo Aragón Histórico. En la última década, se han restaurado la cruz procesal de La Puebla de Híjar y las pinturas murales del Santo Sepulcro de Estercuel. La falta de financiación de los últimos años no impide que haya más proyectos pendientes que podrían acometerse a lo largo del año en el territorio. Por ahora, la Fundación Santa María se centra en iniciar la restauración de la catedral de Albarracín. Las últimas piezas restauradas son el retablo de la iglesia del municipio de Peracense y el cristo del templo de Gea de Albarracín.