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Los escudos heráldicos y las cariátides de Villarroya vuelven a lucir todo su explendor
La Fundación Blasco de Alagón presentó el viernes la restauración de los escudos de Francisco Peña y las cariátides del retablo. Las piezas del siglo XVII se encontraban en la iglesia parroquial de la Asunción. El taller de restauración que se ha encargado de esta actuación, ha tardado más de tres meses en finalizar los trabajos por la mala situación en la que se encontraban las piezas.
Los elementos que necesitaban ser atendidos urgentemente eran los escudos heráldicos de Francisco Peña y las poseras o cariátides, nombre que reciben por que representan una silueta femenina. La reintegración pictórica ha sido uno de los procesos más laboriosos, teniendo en cuenta que la pintura estaba quebrada. En los escudos y las cariátides las labores pasaron por la limpieza y consolidación de la pintura que estaba deteriorada.
Esta localidad del Maestrazgo cuenta entre sus hijos más ilustres con Francisco Peña Calvo, que vivió entre 1540 y 1612. Este personaje contaba con una gran consideración del monarca español Felipe II que lo nombró consejero de la embajada en Roma. En estos siglos, cuando la importancia de la Santa Sede era mayúscula en la polÃtica de la época, los emisarios de los diferentes paÃses jugaban un papel clave en las relaciones entre el Vaticano y las casas reales europeas. Fue elegido para formar parte del Tribual de la Rota de Roma por parte de la Corona de Aragón. En el año 1578 se le encargó la revisión y reedición del «Manual del inquisidor». Este famoso personaje dejó estipulado en su testamento que querÃa ser enterrado en Villarroya. Esto sucedió dos años después de su muerte en Roma, a los 72 años de edad.