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Esperanza tras el avance del litigio sobre el impacto de los molinos en Bordón

Esperanzados aunque cautos. Así se sienten los responsables del ayuntamiento y los vecinos de Bordón tras conocer que el Tribunal Superior de Justicia de Valencia ha dejado visto para sentencia el juicio que el consistorio de esta localidad de la Comarca del Maestrazgo mantiene contra la Generalitat Valenciana.

La batalla judicial comenzó hace ahora cinco años a causa de los daños medioambientales y acústicos que están provocando en el municipio los aerogenerados instalados en la localidad castellonense de La Todolella. El litigio fue iniciado el por entonces primer edil Félix Jarque.

El consistorio lleva pidiendo una compensación económica por las molestias que sufren los vecinos de este pueblo de poco más de 130 habitantes.

Hay que recordar que el municipio intentó llegar a un acuerdo económico previo al litigio judicial, pero al no conseguirlo, en 2010 interpuso la demanda contra el gobierno valenciano por haber permitido a la empresa de energías renovables Renomar instalar los aerogeneradores tan cerca de Bordón.

El parque eólico, que cuenta en la actualidad con cerca de un centenar de aerogeneradores, se encuentra situado a menos de tres kilómetros de distancia en línea recta del centro del casco urbano y a escasamente a 40 metros del límite del término municipal.

La alcaldesa de Bordón, Esther Medina, muy comedida en sus declaraciones, ha señalado que «aunque es una buena noticia no hay que lanzar las campanas al vuelo».
De la misma manera opina el letrado que defiende al ayuntamiento, Manuel Joven, que ha explicado que el Tribunal Superior de Justicia de Valencia ha visto ya los informes y conclusiones presentados por ambas partes, Generalitat y consistorio, y que en los próximos meses la justicia valenciana deberá dictar sentencia
Aunque ya es un importante paso adelante que se ha dado, el propio letrado reconoce que, «es una lucha entre David y Goliat», por lo que augura que seguramente habrá que seguir porfiando una vez se conozca la resolución definitiva.

Hasta el momento el consistorio bordonés lleva gastados 25.000 euros en la realización de informes técnicos que demuestren el perjuicio que los molinos están ocasionando.

En cuanto a la compensación económica que se pide, asciende a un total de 250.000 euros anuales desde que comenzó a funcionar el parque eólico y mientras el mismo siga en activo. En caso de que el ayuntamiento recibiera dicho montante por el impacto causado por este parque en el límite provincial, supondría un importante impulso económico para una localidad que cuenta con un presupuesto reducido, que no es suficiente para mantener las infraestructuras en buen estado de conservación.