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Potenciar el turismo enológico y recuperar la cultura del vino
La bodega alcorisana Dominio Maestrazgo inauguró ayer con una jornada de puertas abiertas sus nuevas instalaciones, dirigidas a la elaboración de cinco caldos de Indicación Geográfica Protegida (IPG) Bajo Aragón pero también a la potenciación del turismo enológico. Con esta apuesta, Javier Azuara y Javier Salvo pretenden divulgar la cultura del vino para recuperarla.
“Tierra, cultura, pasión y vino”. Este es el eslogan que puede encontrarse en la entrada de la nueva bodega, situada junto al cruce de la carretera nacional N-211. Una ubicación idónea para ganar en visibilidad que supone un salto cualitativo y cuantitativo en la elaboración del vino.
“Empezamos hace diez años en una cochera”, explicó Salvo. Allà han estado hasta hace unas semanas, cuando comenzaron su actividad en la nueva bodega, con capacidad para la elaboración de más de 50.000 litros anuales con posibilidad de ampliar si el mercado se lo demandara.
Allà han empezado a elaborar sus caldos, todos ellos a partir de uvas obtenidas en viñedos de la zona previamente seleccionados, con microclimas y caracterÃsticas diferenciales. Tienen tres tintos con la garnacha como elemento común: Santolea, Dominio Maestrazgo y Rex Deus, con envejecimientos en barrica de tres meses, un año y 24 meses, respectivamente.
También tienen dos varietales, uno a base de uva syrac, que tras pasar un año en barrica ofrece un buen crianza; y otro elaborado con garnacha blanca de viñas viejas, que permanece un par de meses en barrica.
El objetivo de los socios es que el cliente consuma su vino, pero también que lo conozca en profundidad. Para ello, apuestan firmemente por introducir el turismo enológico en la provincia de Teruel, fomentando el desarrollo del sector hostelero en su globalidad. “Pretendemos hacer territorio junto a otros establecimientos de la zona, como puedan ser restaurantes, hoteles o almazaras”, dijo Salvo.
Para ello, en sus instalaciones han habilitado, además de una cuidada bodega, una sala de catas con capacidad para 24 personas; una sala de aromas con 36 variedades diferentes; una habitación en la que proyectan un audiovisual, un wine bar en el que sirven sus vinos, pero también referencias de otras marcas y lugares; y una tienda en la que venderán sus caldos y todo tipo de accesorios para disfrutar de ellos.
“Al Penedés acuden cada año un millón de personas a visitar las bodegas. Es un tipo de turismo que mueve un montón de dinero, y nosotros queremos potenciarlo aquÔ, explicó Salvo.
Mostrarán como se hace el vino, cómo se conserva, su proceso de embotellado y etiquetado y, como no, lo ofrecerán para deleite del paladar del visitante.
Con esta bodega pretenden poner el punto de partida para “fomentar la cultura del vino”, según afirmó Azuara, quien considera que ésta “se ha perdido”.
“Bebidas foráneas como la cerveza nos han ganado terreno”, admitió, por lo que cree que queda trabajo por hacer “sobretodo con la gente joven” para convencerles de que “el vino es tan bueno o más como cualquier otra bebida alcohólica”.
La mudanza de Dominio Maestrazgo supone también la creación de dos puestos de trabajo, por lo que la bodega hace su modesta aportación al empleo.