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Mirambel reabre su Convento tras 452 años cerrado

Después de 452 años, el Convento de las Monjas Agustinas ha vuelto a abrir sus puertas al público. El consejero de Presidencia, Vicente Guillén; y la consejera de Educación, Cultura y Deporte, Mayte Pérez, inauguraron ayer la rehabilitación de este edificio de gran interés patrimonial en Mirambel. Al acto inaugural asistieron el director general de Cultura y Patrimonio del Gobierno de Aragón, Ignacio Escuín; la alcaldesa de Mirambel, Carmen Soler; el arquitecto de la obra, Luis Moreno; la presidenta de la Fundación Blasco de Alagón, Lucía Martí; la técnico de restauración, Ana Cañizares, y el presidente de la Fundación Santa María de Albarracín, Antonio Jiménez.


Enviada por: Luc?a - Fecha: 14-02-2016 01:16:51

La rehabilitación del edificio ha sido posible gracias al FITE del 2014 y un proyecto que se ha realizado en varias fases. A su vez, se han desarrollado actividades de rehabilitación a través de un taller de empleo llamado con el INAEM, los Ayuntamientos de la Iglesuela del Cid y Mirambel.
En la planta baja se ha ubicado la oficina de turismo y el Centro de Interpretación de Arquitectura del Maestrazgo, hasta ahora localizados en el Ayuntamiento. Además, en la misma altura, las antiguas cocinas se han reconvertido en salas de exposiciones. En la planta superior, se alojan unas pinturas murales que se han encontrado y que están pendientes de ser restauradas.
Además, la consejera anunció que para dinamizar el uso del espacio se va a incluir el Convento en el circuito de exposiciones del Departamento de Educación, Cultura y Deporte a través de la dirección general de Cultura y Patrimonio. Pérez también avanzó que el departamento ha iniciado gestiones para que la primera sede de la exposición itinerante 'Reconociendo el Patrimonio español en Europa', de la asociación Hispania Nostra ?miembro de Europa Nostra-, que este año celebra su 40 °Aniversario, sea Mirambel.
El centro religioso fue fundado por cuatro monjas de la orden de San Agustín, procedentes del convento de Nuestra Señora de la Esperanza (Valencia). En 1564 tomaron posesión de la ermita de Santa Catalina Mártir, que se convirtió en la casa de la comunidad y, el hospital anejo a la ermita en las dependencias del convento.
Fue un convento muy significativo con capacidad económica, debida a las abundantes vocaciones provenientes de las familias más poderosas de la zona. Además, contribuyó a la fundación de otros conventos de clausura femenina de la orden entre los Siglos XVI a XVIII como Morella, Santa Mónica (Zaragoza), San Mateu o Ulldecona.
Pero en 1980, las monjas abandonaron Mirambel para trasladarse a Benisssin, donde sigue viva la comunidad con el nombre de Convento de Nuestra Señora de Mirambel.
La Iglesia de Santa Catalina
Existe un pergamino en el Ayuntamiento que data del año 1413, por el que se sabe que el Papa Benedicto XIII había excomulgado al pueblo de Mirambel por derruir una ermita situada a extramuros para usar su piedra en la construcción de una muralla. Fue necesario un compromiso de reedificar la iglesia para que se le levantara la excomunión, y probablemente, podría tratarse de esta iglesia. Durante la Guerra Civil perdió sus altares, aunque aún hoy conserva el órgano renacentista en el coro alto -separado de la nave de la iglesia por unas celosías que evitaban que las monjas fueran vistas durante sus rezos y que ahora son accesibles para el público tras su rehabilitación-.
El portal de las monjas
Situado sobre el arco del ?portal de las monjas?, es una de las entradas a la localidad. Se trata de un mirador cubierto por unas celosías de yeso se singulares formas geométricas, emblema de la arquitectura de Mirambel, al que se accede desde la celda de la superiora, la más amplia y donde el año pasado se descubrieron unas pinturas en grisalla renacentista que todavía están pendientes de estudio.
La escuela
En 1855, el convento estaba en peligro de desaparecer y las monjas suplicaron a la Reina Isabel II que evitara su cierre. Para ello, la reina dispuso la apertura de una escuela para niñas, donde se impartían conocimientos de gramática, geografía, aritméticas, religión o prácticas de cosido y remiendo.
Por su vinculación histórica y cultural, el convento se ha convertido en un símbolo de la localidad de Mirambel y ha trascendido a la Comarca del Maestrazgo, la provincia de Teruel y Aragón, llegando a alcanzar singularidad nacional.